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«Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo»

Andando sobre las aguas, Cristo muestra su señorío sobre las cosas creadas. ¡Y también su dominio sobre el Maligno!

«Él sabía lo que iba a hacer»

Si miro como “el que viene de arriba” veré muchas cosas buenas: el amor de Dios es acción continua a favor del hombre

El ateo ha escogido cerrar sus ojos ante el Sol de la verdad: tanto si le gusta como si no, el Sol siempre estará ahí

No basta con “ir tirando” para llegar Cielo: necesitamos una vida nueva, regenerada por la acción del Espíritu Santo

Dios asume nuestra miseria en su corazón de Padre. Y Jesucristo es la suprema manifestación de la Divina Misericordia

La Magdalena nos comunica que Jesús ha resucitado. Y no creemos! Señal de que nuestro centro de gravedad es la tierra

¡Remad mar adentro! Pedro y los Apóstoles confiaron en la palabra de Cristo y recogieron una cantidad enorme de peces

—Mi tarea de cristiano es ir viendo —meditándolo— cómo Jesús quiere convertir mi historia en Historia de Salvación

Salieron “corriendo” del sepulcro para anunciar su Resurrección: sus corazones explotarían si no lo comunicaran…

Jesús se hace el encontradizo con la Magdalena y las otras. Así agradece Cristo la osadía de buscarlo de buena mañana

El Padre ha resucitado a su Hijo Jesús, el Amado, en quien se complace porque ha amado hasta dar su vida por todos

Hoy, día de la Cruz victoriosa. Desde ahí Jesús nos dio lo mejor: María-madre, el perdón y la confianza en Dios-Padre

Yo no soy capaz de amar como Jesús. Afortunadamente, Él es Amor y fuente de amor, que se nos da en el Pan Eucarístico

«¿Acaso soy yo?»

Afortunadamente, el pecado no es la última palabra, sino la misericordia de Dios. Pero supone un cambio por mi parte!

Judas protesta inútilmente... María, con su esmero, amó más al Señor y a los “pies” de Cristo que hay en este mundo

Se alzará la Cruz de Jesucristo con toda su fuerza como estandarte verdadero: ¡Oh admirable virtud de la Santa Cruz!

El cristianismo es más que un sistema moral: es —sobre todo— fe en la persona de Jesús, como Dios y hombre verdadero

El verdadero hijo de Dios no es el descendiente según la sangre, sino aquel que cree en la promesa de Dios a Abraham

«Su madre, María, estaba desposada con José»

«Si alguno me sirve, que me siga»

¡El amor es necesario! Quien intenta desentenderse del amor se dispone a desentenderse del hombre en cuanto hombre

Cuando una persona llega a saber quién es realmente Jesús, entonces abundan la alegría y la paz en esa alma

Para confesar a Jesucristo como Hijo de Dios no bastan las pruebas externas; son necesarias las buenas disposiciones

Jesús afirma su igualdad de naturaleza con el Padre, siendo Personas distintas. Manifiesta de este modo su divinidad

¡Es curioso!: Jesús siempre está en medio de los problemas. Allí donde haya algo para “liberar”, allí está Él

La distancia no es un problema para ser generoso: ¡la generosidad sale del corazón y traspasa todas las fronteras!

«Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único»

La humildad nos permite reconocer la verdad sobre nosotros mismos: ni hincharnos de vanagloria, ni menospreciarnos

Dios —con la encarnación y muerte de su Hijo Jesucristo— ha demostrado su amor: ¡no se limitó a declaraciones orales!

Jesús ha venido a combatir las fuerzas del mal, al demonio. Él es el único que lo puede echar. —No te duermas: ¡reza!

Dios desea acercarse al hombre, quiere dirigirle sus palabras y mostrarle su rostro porque busca la intimidad con él

La ofensa sólo se supera mediante el perdón, y el perdón sólo puede ser efectivo en quien, a su vez, sabe perdonar

—Si no dedico un tiempo para orar con la Palabra de Dios, seré un falso profeta, un “estafador” o un charlatán vacío

—Que en el “desierto” de la Cuaresma ahondemos en la MISERICORDIA DIVINA, ya que la vida es un ir regresando al Padre

El nuevo Israel es la Iglesia (todos los bautizados). En Jesús recibimos un regalo único para fructificar y comunicar

Necesitamos escuchar a Dios en esta vida para convertirnos y aprovechar el tiempo: en esta vida nos jugamos la Vida

El hombre que no vive para servir no sirve para vivir. El modelo es Cristo: no he venido a ser servido, sino a servir

Todos tenemos experiencia del mal y de la desorientación en las almas que causa el “antitestimonio”, el mal ejemplo

«Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo»

«Se transfiguró delante de ellos»

El amor humano debe ser custodiado por el Amor divino, que es su fuente. En Él está su modelo y lo lleva a plenitud

La Cátedra de Pedro: la Iglesia se apoya sobre el Príncipe de los Apóstoles. ¡Es un regalo de Cristo para nuestra fe!

Jonás es un icono de la conversión. Cuando con su predicación previno a los ninivitas paganos, éstos se convirtieron

Siempre confío en ser escuchado: mi Padre Dios me ama y me escucha. Orar no es informar, sino pedir lo que necesito

En nuestra época urge la obligación de hacernos prójimo de cualquier hombre que sea y de servirlos a todos con afecto

«El Espíritu empujó a Jesús al desierto, y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás»

No pensemos que Dios quiere expedientes inmaculados para servirle. Este expediente sólo lo preparó para Nuestra Madre

Jesús indica la razón básica del ayuno: ayunar de la propia voluntad permite cumplir la Voluntad del Padre celestial

Abrazado a su Cruz, Jesús sigue la Voluntad del Padre. Nosotros, cargando la nuestra, le seguimos en su Via Crucis

«Yo os aseguro: no se dará a esta generación ninguna señal»

«No tienen qué comer»

«Todo lo ha hecho bien»

Jesús no es un rebelde ni un liberal, sino el intérprete de la Ley de Moisés: no la suprime, sino que la completa

Hoy vemos el magnífico poder del contacto con la persona de Jesús: ¡el Amor que cura se extiende hasta sus vestidos!

«Si no es con Dios o por Dios, no hay descanso que no canse» (Santa Teresa de Jesús)

¡Madre!, cuando tenga que ir a la casa del Padre, llévame en brazos como Jesús, que también yo soy hijo tuyo y niño

El mundo actual necesita un “suplemento de alma”. Sólo Jesucristo es medicina para las enfermedades de todo el mundo

Los suyos creían conocerle, pero de hecho no era así. Para conocer a Jesús es necesaria la fe: no bastan los milagros

Jesus destapa al enemigo: no tiene nombre, sino número: 666 (Ap.). Legión! Es un nº y convierte a la persona en un nº

No hay motivo para la cobardía. Jesús es el único Señor del Universo, porque «hasta el viento y el mar le obedecen»

El Reino de Dios tiene escasa importancia como poder temporal, pero ejerce una soberanía real y profunda en las almas

—¿Actúo también yo como “perseguidor”? Imitando a san Pablo, tengo que pasar de perseguidor a defensor de Jesucristo!

¡Hambre de Jesús! Mar, barcas y playas son substituidos por estadios, pantallas y... Pero Él es hoy el mismo de ayer

No son hermano o madre de Jesús quienes escuchan su Palabra, sino aquellos que escuchan y cumplen la voluntad de Dios

«El que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón nunca»

«Convertíos y creed en la Buena Nueva»

¿Es posible que Jesús aún siga en la Cruz por nuestra salvación, y que sigamos diciéndole: «Baja y creeremos en ti»?

Jesús llama a un núcleo de íntimos, elegidos por Él, para continuar su misión y dar forma a la nueva familia de Dios

Sorprende cómo los espíritus inmundos —antes que los hombres— confiesan a Cristo ser el “Hijo de Dios”. ¡Espabilemos!

Jesús critica la interpretación estrecha de la Ley que hacen los fariseos, dejando poco lugar a la misericordia

S. Agustín: «Ama y haz lo que quieras». ¿Lo has entendido bien o todavía tu obsesión por lo secundario ahoga el amor?

En Jesús, de un modo nuevo, Dios y el hombre se hacen uno y celebran una “boda” que, sin embargo, pasa por la Cruz

Jesús da una esperanza cierta de salvación: Él puede perdonar los pecados y compadecerse de nuestra debilidad moral

Jesús, Tú me has traído a Dios y su perdón y su Amor. Sólo mi dureza de corazón puede hacerme pensar que esto es poco

A Dios no se le puede buscar con arrogancia (como un experimento de mi laboratorio), sino con el impulso del corazón

Debo organizarme mejor: disciplinarme, “domesticando” el tiempo. Lo importante debe caber, y más todavía lo NECESARIO

Dios tiene un nombre y me llama por mi nombre. Tiene un rostro y busca mi rostro. Tiene un corazón y busca mi corazón

Convertirme implica dejar inmediatamente las redes e irme con Jesús, una vez oída su voz. Y que Él lo sea todo en mí!

Si no encontramos a Cristo no tenemos nada en la vida, pues sólo Él es el Salvador. Imitemos la audacia de los Magos

Jesús es el “tesoro” que nos llena de paz. Si Él vive en tu corazón, el deseo de compartirlo será en una necesidad

«Maestro, ¿dónde vives?». San Francisco iba por calles, plazas, villas… gritando: «El Amor no está siendo amado»

«Yo le he visto y doy testimonio de que éste es el Elegido de Dios»

La grandeza de la misión que Dios nos ha encomendado no proviene de méritos propios, sino de Aquel a quién servimos

Lucas habla de un “encuentro”: el de los pastores con Jesús. Sin el encuentro personal con el Señor no se da la fe

«Llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor»

Ana, la viuda anciana, siempre velando a Dios en el Templo. Así, cuando llega el “día”, Dios la encuentra preparada

Sobre el portal de Belén se cierne la sombra de la Cruz: la muerte de los niños Inocentes y la huida del Niño Jesús

Juan, ante al sepulcro vacío «vio y creyó». Confiados en su testimonio, somos movidos en cada Navidad a “ver” y creer

El cristiano es testigo de Jesús: lo que ha visto con los ojos de la fe lo ha de decir sin miedo. ¡Como san Esteban!

«Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor»

El nacimiento del Precursor señala la cercanía de la Navidad: ¡Jesús está cerca! ¿Me estoy preparando para recibirle?

El Magnificat: María es grande porque no quiso hacerse grande a sí misma. Sólo si Dios es grande el hombre es grande

Gozo de Isabel, y de Juan que salta de alegría. Palabras que nunca pasarán: ¡Bendita tú eres entre todas las mujeres!

«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra»

Zacarías, el Templo: la solemnidad anuncia al Precursor. María, Nazaret, una casita: la sencillez recibe al Salvador

Dios no sólo nos pide permiso, sino también contribución (¡heroica!) en sus planes. ¡Así lo hizo con María y José!