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Reflexiones diarias Padre Juan Diego Ruiz Arango. Medellín. Colombia.

Reflexiones diarias Padre Juan Diego Ruiz Arango. Medellín. Colombia.

Jose Jaime

Reflexiones diarias de las lecturas por parte del presbítero Juan Diego Ruiz Arango. Todos los días subimos la palabra de Dios y su reflexión.

1120 - Reflexión martes 7 de mayo de 2024. Padre Juan Diego Ruiz Arango.
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  • 1120 - Reflexión martes 7 de mayo de 2024. Padre Juan Diego Ruiz Arango.

    Lecturas del Martes de la VI Semana de Pascua Primera Lectura Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (16,22-34): EN aquellos días, la plebe de Filipos se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados ordenaron que les arrancaran y que los azotaran con varas; después de molerlos a palos, los metieron en la cárcel, encargando al carcelero que los vigilara bien; según la orden recibida, él los cogió, los metió en la mazmorra y les sujetó los pies en el cepo. A eso de media noche, Pablo y Silas oraban cantando himnos a Dios. Los presos los escuchaban. De repente, vino un terremoto tan violento que temblaron los cimientos de la cárcel. Al momento se abrieron todas las puertas, y a todos se les soltaron las cadenas. El carcelero se despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada para suicidarse, imaginando que los presos se habían fugado. Pero Pablo lo llamó a gritos, diciendo: «No te hagas daño alguno, que estamos todos aquí». El carcelero pidió una lámpara, saltó dentro, y se echó temblando a los pies de Pablo y Silas; los sacó fuera y les preguntó: «Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?» Le contestaron: «Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia». Y le explicaron la palabra del Señor, a él y a todos los de su casa. A aquellas horas de la noche, el carcelero los tomó consigo, les lavó las heridas, y se bautizó en seguida con todos los suyos; los subió a su casa, les preparó la mesa, y celebraron una fiesta de familia por haber creído en Dios. Palabra de Dios Salmo Sal 137,1-2a.2bc.3.7c-8 R/. Señor, tu derecha me salva Te doy gracias, Señor, de todo corazón, porque escuchaste las palabras de mi boca; delante de los ángeles tañeré para ti; me postraré hacia tu santuario. R/. Daré gracias a tu nombre por tu misericordia y tu lealtad. Cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma. R/. Tu derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo. Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos. R/. Evangelio Lectura del santo evangelio según san Juan (16,5-11): EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde vas?”. Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado». Palabra del Señor.

    Tue, 07 May 2024 - 08min
  • 1119 - Reflexión lunes 6 de mayo de 2024. Padre Juan Diego Ruiz Arango.

    Primera lectura Hch 16,10b-15 El Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles. NOS hicimos a la mar en Tróade y pusimos rumbo hacia Samotracia; al día siguiente salimos para Neápolis y de allí para Filipos, primera ciudad del distrito de Macedonia y colonia romana. Allí nos detuvimos unos días. El sábado salimos de la ciudad y fuimos a un sitio junto al río, donde pensábamos que había un lugar de oración; nos sentamos y trabamos conversación con las mujeres que habían acudido. Una de ellas, que se llamaba Lidia, natural de Tiatira, vendedora de púrpura, que adoraba al verdadero Dios, estaba escuchando; y el Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo. Se bautizó con toda su familia y nos invitó: «Si están convencidos de que creo en el Señor, vengan a hospedarse en mi casa». Y nos obligó a aceptar. Palabra de Dios. Salmo Sal 149,1-2.3-4.5-6a+9b (R. 4a) R. El Señor ama a su pueblo. O bien: R. Aleluya V. Canten al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que se alegre Israel por su creador, los hijos de Sion por su Rey. R. V. Alaben su nombre con danzas, cántenle con tambores y cítaras; porque el Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes. R. V. Que los fieles festejen su gloria y canten jubilosos en filas: con vítores a Dios en la boca. Es un honor para todos los fieles. R. Aclamación R. Aleluya, aleluya, aleluya. V. El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí -dice el Señor-; y ustedes darán testimonio. R. Evangelio Jn 15,26 - 16,4a El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí Lectura del santo Evangelio según san Juan. EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Paráclito, que les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también ustedes darán testimonio, porque desde el principio están conmigo. Les he hablado de esto, para que no se escandalicen. Los excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que les dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Les he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, se acuerden de que yo se lo había dicho». Palabra del Señor.

    Mon, 06 May 2024 - 07min
  • 1118 - Reflexión Domingo 5 de mayo de 2024. Padre Juan Diego Ruiz Arango.

    Primera lectura Hch 10,25-26.34-35.44-48 El don del Espíritu Santo ha sido derramado también sobre los gentiles Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles. CUANDO iba a entrar Pedro, Cornelio le salió al encuentro y, postrándose, le quiso rendir homenaje. Pero Pedro lo levantó, diciéndole: «Levántate, que soy un hombre como tú». Pedro tomó la palabra y dijo: «Ahora comprendo con toda verdad que Dios no hace acepción de personas, sino que acepta al que le teme y practica la justicia, sea de la nación que sea». Todavía estaba hablando Pedro, cuando bajó el Espíritu Santo sobre todos los que escuchaban la palabra, y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se sorprendieron de que el don del Espíritu Santo se derramara también sobre los gentiles, porque los oían hablar en lenguas extrañas y proclamar la grandeza de Dios. Entonces Pedro añadió: «¿Se puede negar el agua del bautismo a los que han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros?». Y mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo. Entonces le rogaron que se quedara unos días con ellos. Palabra de Dios. Salmo Sal 98(97), 1.2-3ab.3cd-4 (R. cf. 2b) R. El Señor revela a las naciones su salvación. O bien: R. Aleluya. V. Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R. V. El Señor da a conocer su salvación, revela a las naciones su justicia. Se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R. V. Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; griten, vitoreen, toquen. R. Segunda lectura 1 Jn 4,7-10 Dios es amor Lectura de la primera carta del apóstol san Juan. QUERIDOS hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Unigénito, para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados. Palabra de Dios. Aclamación R. Aleluya, aleluya, aleluya. V. El que ama guardará mi palabra -dice el Señor-, y mi Padre lo amará, y vendremos a él. R. Evangelio Jn 15,9-17 Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos Lectura del santo Evangelio según san Juan. EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así los he amado yo; permanezcan en mi amor. Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he hablado de esto para que mi alegría esté en ustedes, y su alegría llegue a plenitud. Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a ustedes los llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre se lo he dado a conocer. No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los he elegido y los he destinado para que vayan y den fruto, y su fruto permanezca. De modo que lo que pidan al Padre en mi nombre se lo dé. Esto le mando: que se amen unos a otros». Palabra del Señor.

    Sun, 05 May 2024 - 08min
  • 1117 - Reflexión sábado 4 de mayo de 2024. Padre Juan Diego Ruiz Arango.

    Primera lectura 1Co 15, 1-8 Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios HERMANOS, les recuerdo la Buena Noticia que yo les he predicado, que ustedes han recibido y a la cual permanecen fieles. Por ella son salvados, si la conservan tal como yo se la anuncié; de lo contrario, habrán creído en vano. Les he trasmitido en primer lugar, lo que yo mismo recibí: Cristo murió por nuestros pecados, conforme a la Escritura. Fue sepultado y resucitó al tercer día, de acuerdo con la Escritura. Se apareció a Pedro y después a los Doce. Luego se apareció a más de quinientos hermanos al mismo tiempo, la mayor parte de los cuales vive aún, y algunos han muerto. Además, se apareció a Santiago y de nuevo a todos los Apóstoles. Por último, se me apareció también a mí, que soy como el fruto de un aborto. Palabra de Dios. Salmo R. Resuena su eco por toda la tierra. O bien: R. Aleluya. V. El cielo proclama la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos; un día transmite al otro este mensaje y las noches se van dando la noticia. R. V. Sin hablar, sin pronunciar palabras, sin que se escuche su voz, resuena su eco por toda la tierra y su lenguaje, hasta los confines del mundo. R. Aclamación R. Aleluya, aleluya, aleluya V. Dice el Señor: Yo soy el Camino, y la Verdad y la Vida, Felipe, el que me ha visto ha visto al Padre. Evangelio Jn 14, 6-14 Hace tanto tiempo que estoy con vosotros, ¿y no me conoces? Lectura del Santo Evangelio según san Juan JESÚS dijo a Tomás: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto.» Felipe le dijo: «Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta.» Jesús le respondió: «Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Cómo dices: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al menos, por las obras. Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. Y yo haré todo lo que ustedes pidan en mi Nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si ustedes me piden algo en mi Nombre, yo lo haré.» Palabra del Señor.

    Sat, 04 May 2024 - 08min
  • 1116 - Reflexión viernes 3 de mayo de 2024. Padre Juan Diego Ruiz Arango.

    Primera lectura Nm 21, 4b-9 Miraban a la serpiente de bronce y quedaban curados Lectura del libro de los Números En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra Moisés: «¿ Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo.» El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas. Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo: «Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes.» Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: «Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla.» Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado. Palabra de Dios. Salmo Sal 77, 1-2. 34-35. 36-37.38 (.: Cf 7b) R. No olvidéis las acciones del Señor. V. Escucha, pueblo mío, mi enseñanza, Inclina el oído a las palabras de mi boca: que voy a abrir mi boca a las sentencias, Para que broten los enigmas del pasado. R. V. Cuando los hacía morir, lo buscaban, Y madrugaban para volverse hacia Dios; se acordaban de que Dios era su roca, el Dios Altísimo su redentor. R. V. Lo adulaban con sus bocas, Pero sus lenguas mentían: Su corazón no era sincero con él, Ni eran fieles a su alianza. R. V. Él, en cambio, sentía lástima, Perdonaba la culpa y no los destruía: Una y otra vez reprimió su cólera, Y no despertaba todo su furor. R. Segunda lectura Flp 2, 6-11 Se rebajó, por eso Dios lo levantó sobre todo Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses. Cristo, a pesar de su condición divina, No hizo alarde de su categoría de Dios; Al contrario, se despojó de su rango Y tomó la condición de esclavo, Pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, Se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, Y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo Y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, Para Gloria de Dios Padre. Palabra de Dios. Aclamación R. Aleluya, aleluya, aleluya V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, Porque con tu cruz has redimido el mundo. R. Evangelio Jn 3, 13- 17 Tiene que ser elevado el Hijo del hombre Lectura del santo Evangelio según san Juan. En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.» Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. Palabra del Señor.

    Fri, 03 May 2024 - 07min
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