VCC Latino

Elegido. Santo. Especial. Miembro de la familia de Dios. ¿Te describirías de esa manera? Porque eso es lo que eres cuando confías en Jesús como tu salvador.

Adoramos a un Dios que se involucra emocionalmente con nuestros problemas, sea ​​lo que sea por lo que estés pasando, Jesús lo entiende.

¿Qué es lo único en lo que los creyentes pueden confiar pase lo que pase? ¡El amor de Dios! Esa es la garantía de Dios para todos los que creen en el nombre de su Hijo. El video de hoy destaca el amor y la promesa de Dios para ti según 1 Juan 4:9-11.

En cada temporada, recordemos esta buena noticia: ¡Dios es bueno! 

Dios no necesita nada de nosotros. Sin embargo, Él desea tener una relación con nosotros sabiendo que nuestras vidas estarán llenas cuando las compartimos con Él.

Dios es omnisciente . Eso significa que Él lo sabe todo. Conoce el futuro, el pasado y todo lo que está sucediendo en este momento. Pero más personalmente, Él sabe todo sobre ti.

Dios tiene el control y obra todas las cosas para su debido fin. Dios es soberano.

Dios no nos ha prometido una vida fácil, pero ha prometido estar con nosotros en todas y cada una de las pruebas y consolarnos. Dios es el Dios de todo consuelo.

La gracia es un regalo que la mayoría de nosotros no sabemos cómo recibir. Dios nos da gracia porque quiere. Por gracia, somos adoptados en Su familia, nuestras deudas están pagadas y nuestro pecado perdonado.

No nos gusta pensar en la ira de Dios. Es difícil asociar esa palabra con el Padre celestial que nos ama por completo, pero debemos valorar y atesorar la ira de Dios tanto como cualquier otra parte del carácter de Dios.

Dios nos dice que debemos ser santos porque Él es santo. Pero al mismo tiempo, Él sabe que esto es imposible en nuestras propias habilidades. Este es todo el propósito de Jehová Makadesh, el SEÑOR que santifica.

Jehová-Jireh significa "El Señor proveerá" (Génesis 22:14)Él sabe lo que necesitamos antes de que lo pidamos, y siempre encuentra la manera de proporcionarlo.

Nuestro Dios tiene paz reservada para cada situación que vivimos si elegimos mantener nuestra mirada y pensamientos fijos en él y confiar en él.

La sanidad es uno de los subproductos que el Señor quiere darnos como parte de nuestra relación con Él. Dios se preocupa por cada área de tu salud: tu salud física, tu bienestar mental y emocional, así como tu vitalidad espiritual.

El Señor es nuestra bandera, nuestro estandarte. Él nos protege; Él nos cubre de amor; Él nos bendice continuamente. Podemos ganar las batallas que enfrentamos en la vida si siempre recordamos que el Señor es nuestro estandarte.

El mensaje de esta historia es simple: nada es imposible para El Shaddai, "Dios Todopoderoso”.

Dios tiene muchos nombres, Creador, Rey, Pastor... y todos revelan varias facetas de Su carácter. Pero hay un nombre para Él, que satisface una de nuestras necesidades humanas de una manera íntima: Padre.

Hoy quiero que reflexionemos sobre la pregunta: "¿Quién es tu jefe?" Para experimentar todo lo que Dios puede hacer por ti, tienes que rendirte consciente y voluntariamente ante Él.

Cuando reflexionamos sobre la creación, debemos tener en cuenta que la obra maestra más grande de Dios no son los colores radiantes de una puesta de sol, o las espectaculares cadenas montañosas o incluso la inmensidad del espacio.

El amor no es algo que Dios hace; es quien es Él. Dios es la fuente de nuestra capacidad de amar. Sólo cuando conocemos verdaderamente a Dios podemos amar como Él ama.

El entendimiento de Dios es infinito. Dios no está definido ni limitado por fronteras. Cuando estamos conectados con Él a través de Jesús, tampoco hay limitaciones para lo que es posible en nuestras vidas.

Dios es un Dios que juzga con justicia, y también un Dios de misericordia. ¿Cómo puede combinar estas dos características aparentemente contradictorias? La respuesta es que el sacrificio de Jesús ha hecho posible que Dios combine justicia y misericordia.

La obra de misericordia más grande que Dios ha hecho con nosotros , es que nos dio vida cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. (Efesios 2: 4-5)

¿Quien es Dios?

Esa es una gran pregunta y una muy importante. Una pregunta que, si estamos abiertos a ella, puede cambiarlo todo. ¿Por qué? Porque lo que creemos sobre Dios da forma a lo que creemos acerca de todo. Determina cómo nos vemos a nosotros mismos, a los demás y al mundo. Así que durante los próximos 21 días, emprenderemos un viaje para descubrir la respuesta a la pregunta "¿Quién es Dios?”.

El final del Génesis nos prepara para el comienzo del Éxodo. El oscuro comienzo  del Éxodo solo es soportable si nos aferramos a la luz al final del Génesis.

Antes de esta historia, los hermanos conspiran contra el hijo favorito de Jacob e incluso consideran quitarle la vida. Ahora, los hermanos están dispuestos a dar la vida por el nuevo hijo favorito de Jacob, Benjamín.

Dios saca el bien del mal. Lo prueba en la historia de José. La historia de José nos muestra un cumplimiento parcial de la promesa de Dios a Abraham. Jesús, sin embargo, trae completa plenitud.

Génesis nos ha estado enseñando lenta y amablemente un hecho acerca de Dios: él cumplirá sus planes para bien sin importar cuán malvados seamos.

Las cosas parecen estar mejorando para Jacob cuando ocurre un incidente espantoso, Su hija Dina es violada. 

Jacob se da cuenta de que tiene que arreglar las cosas con Esaú. Esta hermosa historia de planificación, lucha y reconciliación es nuestra historia también.

Comienza una serie de trucos y engaños entre Jacob y Labán, pero... ¿para qué?. Es para mostrarnos algo increíblemente importante sobre quién es Dios y cómo trabaja. Dios cumple sus promesas.

La escalera de Jacob nos muestra cómo Dios mismo construye la puerta al cielo. Jesús es la puerta, Dios llegando a nosotros.

Si solo una línea va a llevar la bendición prometida de Dios, ¿qué sucede en el caso de los gemelos? Dios le dice a Rebeca a cuál bendecirá: al más débil y al más joven.

Abraham está envejeciendo. Entonces envía a su sirviente principal de regreso a su país de origen. El objetivo de este viaje: encontrar una esposa para  Isaac  de su propio pueblo.

Jesús murió para salvarnos. Lo que Dios no requirió de Abraham, lo requirió de sí mismo. Sacrificar al hijo elegido. 

Dios provee. En las circunstancias más extrañas e increíbles, Dios provee. Y la razón por la que provee es porque tiene un plan y ha prometido que él será quien complete este plan.

La historia de Sodoma y Gomorra puede resultar difícil. La única forma en que podemos entenderla correctamente es ver a Jesús en esta historia.

Las promesas de Dios son tan increíbles, imposibles y buenas que a veces suenan ridículas. Y eso es lo que vemos en esta historia.

Todo lo que estamos llamados a hacer es lo que hizo Abram: creer y recibir las promesas de Dios con fe.

Dios está en control y Dios es fiel. Estas dos verdades saltan de la página en las tres historias de este pasaje.

Dios llama a Abram para que salga de su tierra, deje su pueblo y su familia para que su descendencia se convirtiera en un nuevo grupo de personas especiales para Él.

Ahora vemos cómo se desarrollan la bendición y la maldición. También como la desunión y la dispersión de esta historia se invierten en el Nuevo Testamento.

Dios sella su promesa con una señal. Pone un arco iris en las nubes para que cuando llegue la lluvia, la gente lo vea y recuerde que puede que llueva, pero Dios no inundará de nuevo toda la tierra.

La maldad había cubierto la faz de la tierra. Así que Dios destruye todo con una inundación para poder preservar su buena creación. 

Dios prometió que dos líneas de hijos vendrían de Adán y Eva. Sólo una llevaría la promesa y la bendición de Dios.

¿Qué es el pecado? Bueno, lo vemos por primera vez aquí en Génesis 3.

El relato del huerto de Edén da una visión de cómo debía de ser la vida en la presencia de Dios. Nosotros todavía experimentamos su presencia a través de Jesús.

El primer capítulo del Génesis nos dice cómo se hizo el mundo. Pero también nos muestra en qué se diferencia Dios de todos los demás dioses del mundo antiguo.

Fuimos creados para tener conexión. Y uno de los aceleradores que Dios usa para hacer crecer nuestra fe son las relaciones. Si miras hacia atrás, seguro hay relaciones que te han ayudado a llegar hasta aquí. Personas que en el momento oportuno, estuvieron ahí para ayudarte, para darte una palabra de ánimo, aconsejarte. Fuimos creados para tener conexión, pero nuestra tendencia es aislarnos.Entonces, ¿cómo ganamos esta batalla? Tengo 3 pensamientos para ti, que te pueden ayudar.

Ayudar a otros nos permite experimentar el poder de Dios en nuestra debilidad. Podemos sentirnos descalificados y sin preparación, pero estas oportunidades son experiencias increíblemente ricas a través de las cuales Dios hace crecer nuestra fe.

Si me preguntaras qué está tratando de hacer Dios con tu vida hoy, no entiendes por qué estás pasando por lo que estás pasando. Mi respuesta es, Dios está tratando de hacer que confíes en él. Eso es lo que Dios quiere de ti y de mi, que confiemos en él. Porque eso es lo que define toda buena relación: Confianza.

Dios nos ha llamado a confiar en Él para obtener la fuerza necesaria para atravesar el valle, no para escapar o ir por otra ruta, sino para atravesarlo.

La Biblia nos enseña que a medida que buscamos agradar a Dios en todo lo que hacemos, Él "nos rodeará con su escudo de amor"

Así como Jesús necesitaba aprender y crecer en sabiduría, también nosotros debemos hacerlo.

Este nuevo año aprendamos a estar seguros y depender de la fuerza y la gracia de Dios. 

Tenemos un enemigo real, estamos en guerra. Vivimos en un campo de batalla, ¡no en un campo de juegos! Pero Dios ha prometido que lucharemos desde un lugar de victoria y ninguna arma formada contra nosotros prosperará.

Dios quiere demostrar su amor y poder a este mundo a través de su iglesia. Vayamos en su nombre y autoridad para hacer lo imposible. 

Un pueblo unido es difícil de detener. Como pastor, soy muy bendecido por tener a cada persona en nuestra iglesia. Incluso con nuestras diferencias, somos familia.

Cuando somos constantemente llenos del Espíritu, desbordamos con Su poder y sabiduría. Seamos continuamente llenos de Su Espíritu en nuestras vidas.

¡No hay mayor alegría que saber que estamos caminando en el propósito que Dios tiene para nosotros!

Dios es la única fuente de la esperanza, esa que nunca decepcionará. Cuando colocamos nuestra fe en Él, Él provee gozo, paz, y esperanza que sobrepasa todo entendimiento. Necesitas esa clase de esperanza.

Sabemos que nuestro Dios es un buen padre, y que es fiel a las promesas que nos ha hecho. Dios está listo para movernos a una nueva dimensión de fe hoy.

A medida que obtengamos una comprensión más profunda del Dios de la promesa, nuestra fe se despertará y crecerá.

Con cada nueva temporada, Dios quiere darnos un nuevo espacio para crecer. 

Al principio toda disciplina requiere de compromiso, pero a medida que avanzamos se convierte en una necesidad y luego en un deleite.

Esta historia es una imagen de la batalla constante que se desarrolla en la vida de cada creyente. Cada día, peleamos batallas donde cedemos a nuestra naturaleza pecaminosa o nos sometemos a la guía del Espíritu Santo dentro de nosotros.

Dos personas completamente diferentes que entran en una relación romántica pueden volverse similares debido al tiempo que pasan en presencia del otro. Lo mismo puede decirse de nuestra relación con Dios. Empezamos a ser más como Dios a medida que pasamos tiempo con Él.

A medida que pasamos tiempo con Dios, recibimos su sanidad y plenitud. Cuando llegamos a saber quiénes somos en Dios, que Él nos escucha y nos acepta a pesar de todas nuestras debilidades, nos ayuda a construir nuestros niveles de confianza en esta nueva temporada.

No puedes adaptar tu nueva vida en Cristo a las formas viejas. Jesús vino para presentar algo nuevo, no para arreglar algo viejo. ¡Necesitamos una nueva mentalidad! ¿Estas listo para un cambio?

A medida que permitimos que Dios limpie nuestros corazones, nos convertimos en instrumentos útiles aptos para el uso del Maestro.

¿Qué experiencias pasadas aún definen tu caminar con Dios o aún dan forma a tu identidad? Tenemos que hacer un esfuerzo consciente para soltar nuestro pasado y no usarlo como referencia para el futuro. En vez de eso, tengamos una expectativa de que Dios está a punto de hacer algo nuevo. Deja que él te guíe en esta nueva temporada.

Al comenzar este viaje de 21 días hacia lo que Dios tiene para nosotros, debemos comenzar con una desesperación por Dios mismo. Él es el sustento de nuestras vidas, y necesitamos un encuentro con Él más que cualquier otra cosa.